domingo, marzo 22, 2009

El pedestal de Stonehenge 29: Dulce pájaro de juventud


Richard Brooks tuvo algo especial en la adaptación de las obras de Tennessee Williams al cine. Primero fue La Gata sobre el tejado de zinc, ahora este drama sobre la inocencia de la juventud (ese dulce pájaro que vuela rápido) que es Dulce pájaro de Juventud. En ambas contó como actor principal con Paul Newman (Chance Wayne).

He de confesar que yo siento debilidad por este actor. Recuerdo ver la película en un cine de verano, alguna tarde lejana cuando todos éramos jóvenes, cuando la inocencia prevalecía sobre la realidad y creíamos que todos nuestros sueños se cumplirían. Pero, como escribía Tolkien, los años han volado rápidos y la realidad se nos presenta como ese cacique de pueblo sureño, el jefe Finley, interpretado por Ed Begley (obtuvo un oscar al actor secundario) y una sociedad decadente, entrada en crisis, no sólo económica, que esa puede salvarse, aunque sea con millones de personas al desempleo, sino de valores, personaje que interpretaría en este mundo real Alexandra del Lago (Geraldine Page), cogida a la juventud de Chance Wayne como a una tabla de salvación, de redención tal vez.


Chance Wayne no es un inocente, no. Su dulce pájaro de juventud había volado en el mundo del cine, es un vividor, un chantagista, pero también un sobreviviente, que tuvo que irse del pueblo "animado" por el Jefe Finley, siempre temeroso de su hija Heavenly. Wayne lo dejará todo por ella, por que por ella lo hizo todo, y en el camino perderá esa bella cara que pudo haberle abierto las puertas de Hollywood y que, más tarde o más pronto, el tiempo le hubiese cincelado.

Los diálogos son una obra de arte. Podemos estar ante una representación teatral. ¡Qué diferencia al cine que hoy, de forma aplastantemente mayoritaria, nos machaca!

2 comentarios:

Anabel Botella dijo...

Muy buena película. Me encantaba Paul Newman en todo lo que hacía.
Otra cuestión, desde mi blog no puedo acceder a tu blog. He tenido que hacerlo por medio de Argoth el errante.
Hya un premio para ti en mi blog.
Saludos desde La ventana de los sueños, blog literario.

Javier Márquez Sánchez dijo...

Gran película, me encanta. Las cuatro o cinco adaptaciones literarias y teatrales que protagonizó Newman entre finales de los cincuenta y comienzos de los sesenta fueron espléndidas.