lunes, febrero 15, 2010

Acantilados de papel 282: La risa de las mujeres muertas


FICHA:
LA RISA DE LAS MUJERES MUERTAS
de José Emilio Iniesta González
Edita: Alfaqueque Ediciones
Cieza, febrero de 2009
Género: Narrativa
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-936274-5-4
278 páginas.
Página del autor.
Página del libro.


COMENTARIO de Francisco Javier Illán Vivas.
Las noches de verano siempre han sido muy traicioneras, y sobre todo proclives a los sueños, no sé si a esos sueños que sueños son o al que nos apunta el autor de esta novela, a ver fantasmas, el fantasma de una noche de verano con el que se encuentra Julio Petrel, protagonista de la novela La risa de las mujeres muertas, pues ese sueño recurrente le persigue a lo largo de toda la trama de esta ficción con retazos de realidad, de esta novela que se desarrolla en el momento presente, pero que enlaza con el pasado y, éste, el pasado musulmán de Sevilla, con el presente, en un bucle del tiempo que se inició antes del nacimiento del citado Petrel, un prometedor guitarrista clásico, pero que nos llevarán a una inesperada situación, un año después del inicial concierto junto a la Orquesta Nova Hispalis en los Reales Alcázares de Sevilla.

Aseguran los antiguos que el Destino mueve a los hombres como si estos fuesen muñecos sin voluntad (Pág. 15), y así debió sentirse Julio Petrel cuando, tras sufrir cómo el pulso le latía a galope tendido por las venas, le temblaban las rodillas y sentía un malestar generalizado, se encontró en el Alcázar de Sevilla en la época de los taifas, ante una belleza que la hablaba alocadamente, llena de temor, y de la que sólo recordaba “almorabitún”. Recuperado de su desvanecimiento, y temiendo que sufría el mal de San Pablo- por cierto, interesantes lecturas de fragmentos de documentos que nos propone el autor, en torno a las alucinaciones, la historia, y otras, al final de cada capítulo-, se ve arrastrado hacia una búsqueda por quienes son conocedores del contenido de su encuentro, en especial Juan Sayago de Villalta y Alcantud, personaje de la alta sociedad sevillana que puede traernos recuerdos de muchos de los protagonistas de las revistas del corazón. Os recomiendo leer el párrafo final de la página 32 y el primero de la 33, que situarán al lector ante la teoría de la distorsión del tiempo.

De esa forma Julio Petrel sabe que se encontró con Buthayna bint al-Mótamid, la princesa poetisas hija del rey Al-Mótamid de Sevilla y en ella, cuando empieza a obsesionarse, sabe que encontrará a todas las mujeres de la historia de la humanidad, a la Eva mitocondrial.

Julio no encontrará disonancias, muy al contrario, la verá en una foto, la escuchará en una psicofonía, viajará a París, a El Cairo, y regresará a Sevilla, para encontrar una tarea en los límites de la realidad y la ficción, que ocurrió siglos antes de que él naciera y que, como os decía más arriba, en su realidad ocurre un año después del primer encuentro con Buthayna.

Y ella, la hija del rey sevillano, descubrirá una tarde, en El Cairo, que aquel fantasma al que encontró en el alcázar y que le desveló su futuro es, mejor dicho, será... pero prefiero que seáis vosotros, desconocidos lectores, quienes descubráis este bucle del tiempo.


EL AUTOR.
José Emilio Iniesta González, Murcia, 1953, es licenciado en filología románica y Catedrático de Lengua castellana y literatura.

Su interés por la civilización que floreció en Al-Andalus le ha llevado a estudiar árabe, obteniendo la diplomatura de dicha lengua en la EOI de Alicante.

Ha colaborado con varias revistas de variado carácter cultural, tales como La sierpe y el Laúd, Monteagudo, Postdata y otras. Sus relatos han aparecido en varias antologías.

Si Vivaldi aprendiese solfeo fue su primera novela, en 2006.

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