sábado, abril 30, 2011

Acantilados de papel, 355: Ciudad sin estrellas


FICHA:
CIUDAD SIN ESTRELLAS
de Montse de Paz Toldrá
Edita: Editorial Planeta
Barcelona, marzo de 2011
Género: narrativa
Encuadernación: Cartoné
ISBN: 978-84-450-7813-6
251 páginas.
Página de la autora.
Página del libro.


COMENTARIO de Francisco Javier Illán Vivas.
En la contraportada del presente libro, que fue ganador del premio Minotauro 2011, puede leerse que “Montse de Paz, en la mejor tradición de la novela clásica de ciencia ficción, nos ofrece un relato sobre la pérdida de la inocencia y la búsqueda de la libertad”, breve pero explícita de lo que podemos encontrar en un libro escrito en un lenguaje que nos llevará hacia el final de la trama casi con la misma sensación de estar bajando una leve pendiente, como el transcurrir tranquilo de un riachuelo. Esto es para mí lo mejor que he encontrado en la obra de la leridana, cansado de leer textos que los autores o autoras se empeñan en hacerlos difíciles, poniendo piedras en el plácido camino de la lectura, como si pretendiesen que cerrásemos sus libros.

Pero ella no, ella ha querido que leamos la historia de Perseo Stone desde el principio hasta el final sin encontrar tropezones, con capítulos cortos, bastante diálogo, nunca monólogo, lo que aún hace más placentera la lectura; personajes descritos lo justo, definidos lo necesario, teniendo claro que su novela es de ficción, de evasión, de disfrute.

Perseo vive en este planeta, dentro de unos cien años, dentro de una de las veinte- más o menos- llamadas zonas B, donde se agrupa la humanidad superviviente de la Hecatombe nuclear, viviendo para trabajar y mantener un poder que todo lo controla, basado en la Instrucción Básica, algo que ha tomado el campo de nuestras constituciones y de los libros sagrados que hoy conocemos, pues pensar en otra cosa, creer otra cosa, lleva a los habitantes de esas zonas a ser declarados misticoides.

Y ahí está la chispa que llevará a Perseo Stone a buscar más allá de los límites de su Zona B, llamada Ziénaga: las palabras de su madre, declarada misticoide: “¡existe, Perseo, existe!”.

Perseo se debatirá en permanecer en su placentera vida frente al ordenador, desde donde dirige una próspera empresa al tiempo que encuentra las diversiones digitales que le gustan, los esporádicos viajes al lupanar de Amanda- un personaje bastante especial-, junto a sus amigos Zack, Prince y Jasón, o saber qué hay más allá de la permanente niebla que rodea a Ziénaga.

Como podéis ver, el futuro que se nos muestra está muy cercano, está aquí. Personalmente creo que ya hace tiempo que el futuro nos alcanzó: la humanidad hacinada en gigantescas ciudades, las diversiones están cada vez más en la tecnología, a través de internet, los amigos son digitales más que físicos, si queremos satisfacer otras necesidades, siempre encontraremos sexo, drogas y alcohol muy cerca, no hay que salir de la ciudad para buscarlo, y los gobiernos se empeñan en que sólo creamos lo que ellos nos dicen, enmiendan la ley cada vez que quieren para adaptarsela a ellos y la religión nos la presentan como una lacra que hay que extirpar a toda costa.

Sí, Montse de Paz nos muestra un futuro muy cercano, tan cercano que pueden estar viviéndolo los habitantes de determinadas ciudades del Japón de abril de 2011, o de Chernobil, o de...

Tal vez esto que comento sea un fallo de la trama para considerarla ciencia ficción, o el que los protagonistas sean adolescentes, donde los adultos son escasos o prescindibles, ya que, si exceptuamos un par de ellos, los demás son borrachos y drogadictos, y el único objetivo de sus insustanciales vidas es llegar a la ceremonia de lectura de su certificado vital.

¿Una novela juvenil? Posiblemente, pero aquí tenéis a un curtido lector de cincuenta y algunos años que ha disfrutado con su lectura.

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