sábado, mayo 07, 2011

Acantilados de papel, 356: El silencio imaginario


FICHA:
EL SILENCIO IMAGINARIO
de Carlos Gargallo
Edita: Azarbe, S.L.
Murcia, 2010
Género: poesía
Encuadernación: Rustica
ISBN: 978-84-614-3697-2
251 páginas.
Página del autor.

Prólogo de Soren Peñalver
Ilustración de la portada de Juan Álvarez


COMENTARIO de Francisco Javier Illán Vivas.
El silencio imaginario es la primera obra en solitario del murciano Carlos Gargallo, quien ha querido ya desde el título de su opus primun que las palabras la definan, que marquen los poemas que el lector o lectora va a encontrar dentro: un silencio que sea imaginario, una contradicción, un sarcasmo, una licencia poética, una niebla tras la que se esconde una ciudad, pues nos grita con sus poemas, y eso hace que, el silencio, será imaginario, únicamente mientras el libro esté cerrado.

Carlos nos escribe de sus sentimientos, de su necesidad vehemente de escribir, como un rugido que le brota de las vísceras, y por ello nos escribe muchas veces más con el corazón que con la cabeza, estando como estamos ante uno de esos poetas que vive para la poesía, que escribe compulsivamente, algo que comprobamos casi a diario en su bitácora, lo que en determinados momentos le impide detenerse para reposar su propia obra.

Alrededor de setenta poemas se incluyen bajo la portada de El silencio imaginario, donde vamos a encontrar una antología de su propia creación, seleccionada por el propio autor que es, cómo no, quien mejor la conoce, y en ella no pueden faltar dos poemas elegíacos muy personales, dedicados uno a su padre y otro a su madre, pero también registros líricos, amorosos, desenfadados unas veces, elegíacos otras.

No faltan tres homenajes: a Miguel Hernández, a Federico García Lorca y a Soren Peñalver, tal vez leído en abril de 2011 como me ha ocurrido, más apropiado no podía ser el homenaje al poeta de Albudeite.

Carlos Gargallo se nos presenta con una interesante propuesta poética, un muy cuidado continente, donde se nota su interés por salirse de lo normal, de lo que se lleva en las publicaciones de poesía regionales, para abrirse a un mundo que, en esta región que le rodea, sabe está plagado de dioses y de profetas, y, si alguien tiene duda, que abra el libro por la página 22 y lea Poética, añado yo, la suya.

No hay comentarios: