FICHA:
VEINTE MANERAS DE BAJAR AL SÓTANO
de Roque Pérez Prados
Edita: Instituto Alicantino de cultura Juan Gil-Albert
Alicante, 2007
Género: Relato
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-7784-533-1
192 páginas. 12,50 euros.
Página del autor.
COMENTARIO.
Escribía Lovecraft que “el cuento de horror es tan viejo como el pensamiento y el lenguaje humanos”, ya que es un género estrechamente relacionado con las emociones más primitivas del hombre, esas que él definía como “la emoción más antigua y más intensa de la humanidad”, el miedo.
¿Qué debe contener un relato, una historia de miedo? Primero la atmósfera de intenso e inexplicable pavor. Segundo, el asomo de una idea terrible para el cerebro humano. Tercero, una trasgresión maligna de las leyes fijas de la naturaleza. Estos tres puntos los señalaba claramente el citado Lovecraft en su ensayo “El horror en la literatura”, que todo amante del género debe leer, al menos, varias veces. Pues bien, Roque Pérez Prados añade una más: un inesperado final abierto, solicitando la complicidad del lector, que puede orientar hacia una conclusión o hacia otra estos veinte relatos que conforman una unidad en la que he tenido el placer de descender, veinte veces, a ese oscuro sótano de los temores primigenios.
Pérez Prados trasgrede maliciosamente las leyes inmutables de la naturaleza en Retorno a la casa de la niebla, pues no hay nada que más miedo de que una casa. Posiblemente por que la casa sea nuestro refugio, el castillo del hombre actual, donde está convencido de encontrar la paz, la tranquilidad, la seguridad. Si la casa no responde al papel, provoca el despertar de los más horripilantes temores. Y, como os digo, el final, ese final agónico, sorprendente, ¿qué pretende el autor hacernos cuando el personaje femenino dice: buscaré otro psicólogo?
Melodía desencadenada es, en cierta forma, una variación sobre la misma idea. Antiguamente decían que el caballero jamás prestaba, entre otras cosas, su caballo. En la actualidad, lo que más se parece al caballo, me atrevo a decir que a la casa, es el coche. Y que el coche no responda a la seguridad que en él depositamos, volveremos a tener un conflicto donde fracasan, estrepitosamente, todas las leyes de la naturaleza que nos rodea y que consideramos fijas. Pero aquí, escuchando la machacona Unchained Melody hay un terror que el autor no nos desvela. Y este, es uno de los más horribles descensos al sótano.
Otro de los relatos destacables, y no quiero decir que cada uno de ellos no tenga su punto de horror, de ese temor que levanta los pelos de la espalda, es Gozo dominical, oscuro, que dejará al lector en la duda, en una profunda duda, donde he descubierto a un autor capaz de sorprendernos durante el relato, y de dejarnos con los ojos como platos al final de ellos, con temor, mirando a un lado y a otro de la estancia donde nos encontremos, lentamente, temiendo la inesperada reacción de las sombras, o del polvo, como ese polvo negro pegado a las sábanas que nos perseguirá en Polvo eres. Y, hablando de sábanas, y de dolor, y de terror, nada como la lectura de El precio del dolor.
Creo que los improbables lectores de este comentario se habrán hecho una idea de lo sorprendente, y lo recomendable, del libro de Roque Pérez. No es necesario seguir citando relatos, pero no quiero terminar sin recomendar uno: Una mano me señala, donde regresan las sábanas, las leyendas, los miedos colectivos, y un final sorprendentemente inesperado, que requerirá la complicidad del lector para saber qué era ese bulto con la forma de una persona que cubrían las sábanas.
Sólo una cosa más. Al final del libro, coloqué este adjetivo: ¡bravo!.
EL AUTOR.
Roque Pérez Prados. Alicante 1968. Diplomado en Óptica y Optometría. Ha trabajado en publicidad y marketing para prensa , radio y televisión. Diplomado en Novela Negra por la Universidad de Alicante. Ha participado en el Curso de Narrativa organizado por la asociación de libreros de Alicante. Ganador del 2º premio de monólogos de terror “Alicante se asusta”(2003)Finalista en los certámenes literarios de Benferri (2007), Tierra de Leyendas (2007) y Do not disturb, Hotel Montíboli (2008). Ha publicado relatos en revistas literarias como “Letras perdidas”, “Auca y Benferri”. Sus relatos también aparecen en diversas antologías como “El taller de los Cuentos Oscuros” (2007), “Relatos urbanos”, “Reflejos de asfalto” (2007) y “Cuentos a quemarropa” (2008). Ha publicado poesía en el libro “Taller de escritura: el método” (2005) y también ha realizado incursiones en el mundo del cómic. “Veinte maneras de bajar al sótano” es su primer libro de relatos.
VEINTE MANERAS DE BAJAR AL SÓTANO
de Roque Pérez Prados
Edita: Instituto Alicantino de cultura Juan Gil-Albert
Alicante, 2007
Género: Relato
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-7784-533-1
192 páginas. 12,50 euros.
Página del autor.
COMENTARIO.
Escribía Lovecraft que “el cuento de horror es tan viejo como el pensamiento y el lenguaje humanos”, ya que es un género estrechamente relacionado con las emociones más primitivas del hombre, esas que él definía como “la emoción más antigua y más intensa de la humanidad”, el miedo.
¿Qué debe contener un relato, una historia de miedo? Primero la atmósfera de intenso e inexplicable pavor. Segundo, el asomo de una idea terrible para el cerebro humano. Tercero, una trasgresión maligna de las leyes fijas de la naturaleza. Estos tres puntos los señalaba claramente el citado Lovecraft en su ensayo “El horror en la literatura”, que todo amante del género debe leer, al menos, varias veces. Pues bien, Roque Pérez Prados añade una más: un inesperado final abierto, solicitando la complicidad del lector, que puede orientar hacia una conclusión o hacia otra estos veinte relatos que conforman una unidad en la que he tenido el placer de descender, veinte veces, a ese oscuro sótano de los temores primigenios.
Pérez Prados trasgrede maliciosamente las leyes inmutables de la naturaleza en Retorno a la casa de la niebla, pues no hay nada que más miedo de que una casa. Posiblemente por que la casa sea nuestro refugio, el castillo del hombre actual, donde está convencido de encontrar la paz, la tranquilidad, la seguridad. Si la casa no responde al papel, provoca el despertar de los más horripilantes temores. Y, como os digo, el final, ese final agónico, sorprendente, ¿qué pretende el autor hacernos cuando el personaje femenino dice: buscaré otro psicólogo?
Melodía desencadenada es, en cierta forma, una variación sobre la misma idea. Antiguamente decían que el caballero jamás prestaba, entre otras cosas, su caballo. En la actualidad, lo que más se parece al caballo, me atrevo a decir que a la casa, es el coche. Y que el coche no responda a la seguridad que en él depositamos, volveremos a tener un conflicto donde fracasan, estrepitosamente, todas las leyes de la naturaleza que nos rodea y que consideramos fijas. Pero aquí, escuchando la machacona Unchained Melody hay un terror que el autor no nos desvela. Y este, es uno de los más horribles descensos al sótano.
Otro de los relatos destacables, y no quiero decir que cada uno de ellos no tenga su punto de horror, de ese temor que levanta los pelos de la espalda, es Gozo dominical, oscuro, que dejará al lector en la duda, en una profunda duda, donde he descubierto a un autor capaz de sorprendernos durante el relato, y de dejarnos con los ojos como platos al final de ellos, con temor, mirando a un lado y a otro de la estancia donde nos encontremos, lentamente, temiendo la inesperada reacción de las sombras, o del polvo, como ese polvo negro pegado a las sábanas que nos perseguirá en Polvo eres. Y, hablando de sábanas, y de dolor, y de terror, nada como la lectura de El precio del dolor.
Creo que los improbables lectores de este comentario se habrán hecho una idea de lo sorprendente, y lo recomendable, del libro de Roque Pérez. No es necesario seguir citando relatos, pero no quiero terminar sin recomendar uno: Una mano me señala, donde regresan las sábanas, las leyendas, los miedos colectivos, y un final sorprendentemente inesperado, que requerirá la complicidad del lector para saber qué era ese bulto con la forma de una persona que cubrían las sábanas.
Sólo una cosa más. Al final del libro, coloqué este adjetivo: ¡bravo!.
EL AUTOR.
Roque Pérez Prados. Alicante 1968. Diplomado en Óptica y Optometría. Ha trabajado en publicidad y marketing para prensa , radio y televisión. Diplomado en Novela Negra por la Universidad de Alicante. Ha participado en el Curso de Narrativa organizado por la asociación de libreros de Alicante. Ganador del 2º premio de monólogos de terror “Alicante se asusta”(2003)Finalista en los certámenes literarios de Benferri (2007), Tierra de Leyendas (2007) y Do not disturb, Hotel Montíboli (2008). Ha publicado relatos en revistas literarias como “Letras perdidas”, “Auca y Benferri”. Sus relatos también aparecen en diversas antologías como “El taller de los Cuentos Oscuros” (2007), “Relatos urbanos”, “Reflejos de asfalto” (2007) y “Cuentos a quemarropa” (2008). Ha publicado poesía en el libro “Taller de escritura: el método” (2005) y también ha realizado incursiones en el mundo del cómic. “Veinte maneras de bajar al sótano” es su primer libro de relatos.
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