martes, febrero 17, 2009

Condenados a muerte

Jesús Marchamalo publicó en el ABCD de las artes y de las letras, un interesante artículo sobre los escritores y escritoras condenados a muerte por sus ideas prohibidas, digámoslo así.

Desde la actual figura de Roberto Saviano, pasando por Salman Rushdie, la novelista Elif Shafak, Orhan Pamuk, Gao Xingjian y tantos otros que
A lo largo de la Historia han sido centenares los escritores represaliados. En la Rusia zarista, Dostoievski fue condenado a muerte, acusado de difundir ideas prohibidas. En España, Unamuno fue desterrado a Fuerteventura por su oposición a Primo de Rivera, y en Francia, Victor Hugo tuvo que exiliarse tras enfrentarse a Napoleón III. Pero fue en la convulsa Europa de los años treinta donde se desató una auténtica caza. En Alemania, tras el ascenso del nazismo, Joseph Roth hubo de exiliarse, y vivió en distintas ciudades, en hoteles y pensiones, viéndose obligado a escribir en los cafés. Sus obras fueron quemadas y murió, alcoholizado y enfermo, en París, en 1939. Walter Benjamin se suicidó en Port Bou, a punto de cruzar la frontera con España, mientras la Gestapo le seguía los pasos. Stefan Zweig también se quitó la vida. Sus libros habían sido prohibidos en la Alemania nazi, y tuvo que huir, primero a EE.UU. y después a Brasil, donde ingirió una dosis letal de veneno la noche del 22 de febrero de 1940. Su testamento, un esperanzado alegato en defensa de la libertad, acababa con un emotivo saludo a sus amigos: «Ojalá puedan ver el amanecer, después de esta larga noche. Yo, demasiado impaciente, me adelanto».

Un interesantísimo artículo que no puedo enlazar al no encontrarlo en internet, aunque sé que en su momento estuvo. No obstante, puede que este enlace os ayude a leerlo, si no lo habéis hecho en su momento.

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