FICHA: EL PROBLEMA DE SER CRISTIANO
de Pedro Laín Entralgo
Edita: Galaxia Gutenberg
Barcelona, 1997
Género: Ensayo
Encuadernación: Cartoné
ISBN: 84-8109-149-9
137 páginas.
COMENTARIO de Francisco Javier Illán Vivas.
Este es uno de esos libros que siempre han estado pendientes de leer, en mi caso, desde el 8 de agosto de 1998, cuando lo adquirí. No sé si era la altura intelectual de su autor, el tema que trataba o qué otro motivo, pero su lomo siempre asomaba en el estante de los libros pendientes, lo que en esta bitácora llamo “Libros abiertos”. Pues bien, tuve el enorme placer de cerrarlo el 12 de abril de 2010, y reconocer que las palabras que aparecen en la solapa son bastante exactas: “escrito con expresa voluntad de objetividad, en el tono ameno de la conversación y sin intención de sentar cátedra, pero con la admirable capacidad de quien sabe enriquecer su charla magistral con las aportaciones de dos mil años de cultura, este ensayo constituye el inapreciable acercamiento a uno de nuestros mayores sabios en un tema que ha orientado su vida y su obra: el dilema de ser cristiano ante la realidad cósmica, ante la historia de la humanidad, ante los demás hombres, ante sí mismo y en el seno de la sociedad actual”, que constituyen, muy acertadamente, las partes de este libro.
El insigne médico se nos sincera desde la primera página, “simultáneamente suscitada por la vejez y por la relativa invalidez crural que desde hace meses padezco”, sin querer caer en la vieja apologética, sin querer tampoco “poner paño al púlpito, sólo pretendo ofrecer un examen sincero y personal, creo que también objetivo, del modo como el hecho y el problema de ser cristiano se presentan hoy en la sociedad plural y secularizada de Occidente”, en un momento en que nada se sabía del señor zapatiestos y su cruzada laicista contra todo lo cristiano (esto, lo aporto yo).
Se divide el libro en siete capítulos: lo esencial en el hecho de ser cristiano, modos históricos y modos personales de ser cristiano, ser cristiano ante la naturaleza cósmica, ser cristiano ante la historia de la humanidad, ser cristiano ante los demás hombres, ser cristiano ante sí mismo, y, por último, ser cristiano en el mundo actual.
Permitidme reproducir este fragmento: “Dicen los expertos en estadística que una quinta parte de los actuales pobladores del planeta son confesionalmente cristianos, es decir, confesionalmente católicos, protestantes, ortodoxos, maronitas, etc... ¿Es cierta esta cifra? No lo sé. En cualquier caso, pienso que también son cristianos, aunque confesionalmente no pertenezcan a ninguna Iglesia, las no pocas personas que en su intimidad, acaso sin expresarlo públicamente, se sienten unidas a Cristo según lo que para ser cristiano es esencial...”, y acto seguido afirma que “algo común hay- o debe haber- en todos los miembros de las distintas Iglesias cristianas”, para pasar a analizar esas creencias religiosas del cristiano.
Una última cita de este muy recomendable libro, para los que somos cristianos, pero también para quienes quieran conocer íntimamente a Pedro Laín o sólo saber qué es eso de ser cristiano: “el amor entre todos los entes del universo de que Platón habló y que para mí, cristiano, es la realidad primaria de la relación que Dios, creador del mundo, quiso que entre sí tuvieran todas las criaturas”.
Que lo alcancemos y consigamos no destruir nuestro planeta.
de Pedro Laín Entralgo
Edita: Galaxia Gutenberg
Barcelona, 1997
Género: Ensayo
Encuadernación: Cartoné
ISBN: 84-8109-149-9
137 páginas.
COMENTARIO de Francisco Javier Illán Vivas.
Este es uno de esos libros que siempre han estado pendientes de leer, en mi caso, desde el 8 de agosto de 1998, cuando lo adquirí. No sé si era la altura intelectual de su autor, el tema que trataba o qué otro motivo, pero su lomo siempre asomaba en el estante de los libros pendientes, lo que en esta bitácora llamo “Libros abiertos”. Pues bien, tuve el enorme placer de cerrarlo el 12 de abril de 2010, y reconocer que las palabras que aparecen en la solapa son bastante exactas: “escrito con expresa voluntad de objetividad, en el tono ameno de la conversación y sin intención de sentar cátedra, pero con la admirable capacidad de quien sabe enriquecer su charla magistral con las aportaciones de dos mil años de cultura, este ensayo constituye el inapreciable acercamiento a uno de nuestros mayores sabios en un tema que ha orientado su vida y su obra: el dilema de ser cristiano ante la realidad cósmica, ante la historia de la humanidad, ante los demás hombres, ante sí mismo y en el seno de la sociedad actual”, que constituyen, muy acertadamente, las partes de este libro.
El insigne médico se nos sincera desde la primera página, “simultáneamente suscitada por la vejez y por la relativa invalidez crural que desde hace meses padezco”, sin querer caer en la vieja apologética, sin querer tampoco “poner paño al púlpito, sólo pretendo ofrecer un examen sincero y personal, creo que también objetivo, del modo como el hecho y el problema de ser cristiano se presentan hoy en la sociedad plural y secularizada de Occidente”, en un momento en que nada se sabía del señor zapatiestos y su cruzada laicista contra todo lo cristiano (esto, lo aporto yo).
Se divide el libro en siete capítulos: lo esencial en el hecho de ser cristiano, modos históricos y modos personales de ser cristiano, ser cristiano ante la naturaleza cósmica, ser cristiano ante la historia de la humanidad, ser cristiano ante los demás hombres, ser cristiano ante sí mismo, y, por último, ser cristiano en el mundo actual.
Permitidme reproducir este fragmento: “Dicen los expertos en estadística que una quinta parte de los actuales pobladores del planeta son confesionalmente cristianos, es decir, confesionalmente católicos, protestantes, ortodoxos, maronitas, etc... ¿Es cierta esta cifra? No lo sé. En cualquier caso, pienso que también son cristianos, aunque confesionalmente no pertenezcan a ninguna Iglesia, las no pocas personas que en su intimidad, acaso sin expresarlo públicamente, se sienten unidas a Cristo según lo que para ser cristiano es esencial...”, y acto seguido afirma que “algo común hay- o debe haber- en todos los miembros de las distintas Iglesias cristianas”, para pasar a analizar esas creencias religiosas del cristiano.
Una última cita de este muy recomendable libro, para los que somos cristianos, pero también para quienes quieran conocer íntimamente a Pedro Laín o sólo saber qué es eso de ser cristiano: “el amor entre todos los entes del universo de que Platón habló y que para mí, cristiano, es la realidad primaria de la relación que Dios, creador del mundo, quiso que entre sí tuvieran todas las criaturas”.
Que lo alcancemos y consigamos no destruir nuestro planeta.
Interesante reseña.
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