La interacción que establecemos con otras personas, está siempre condicionada por estrategias y relaciones de poder que forman parte de nuestro poso cultural ligado a la tradición, que asumido como propio, lo convertimos en patrones de conducta.
Inmersos en una estructura social basada en el racionalismo, que nos hace asumir la posesión del cuerpo, sin entender que en realidad somos un cuerpo, negándonos permanentemente la existencia de esté, mantenemos la distancia respecto a los otros. Evitando en lo posible el contacto físico, anulamos nuestra corporeidad, esto aumenta el deseo de no sentir nuestro cuerpo, de olvidarlo y es este olvido el que nos hace establecer modos de conducta no igualitarios con otros individuos, con el entorno y con el universo. El cuerpo se convierte así en “imagen”, perdiendo el poder de ser mediador entre el mundo exterior y la persona.
Como imagen, estamos en permanente tensión en la búsqueda de un modelo perfecto. Este asumir la posesión cuerpo nos hace estar atrapado en la imagen, la cual se ha convertido en el lugar de la identidad, la movilización para modificar el mañana es tarea ardua y difícil, ya que la imagen está en “presente continuo” y este hecho la imposibilita de tener capacidad de acción en el futuro. El poder está en la acción, pero la esencia de la imagen es su inmovilidad y como buenos actores mantenemos la distancia con nuestra imagen para garantizar esta inmovilidad.
Alternancias se propone instrumentalizar la imagen de nosotros en tiempo real con otros, porque sólo a través de la más extrema instrumentalización la imagen es reconocida como imagen y lo que nos asusta de la monstruosa fusión con otros se convierte en un simple espejismo.
La exposición estará abierta al público en la sede de la Fundación José García Jiménez en Plaza Amores s/n de Murcia (frente al Museo de Bellas Artes) hasta el 15 de enero.
Horario: Martes a sábado de 11-14 y 18-21h. Cerrado domingos, lunes y festivos..
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