En el pequeño salón, de cuyas paredes cuelga el pasado, suenan las teclas de una máquina de escribir y las notas de un violoncello. Son André y Dorine, una singular pareja de ancianos que, como tantas otras, ha caído en la desidia provocada por la rutina. Lo que antaño despertaba la pasión del uno por el otro, hoy en día se ha convertido en indiferencia o incluso motivo de discusión. Pero un suceso viene a romper esta monotonía: la enfermedad. El alzheimer, nuestro gran antagonista. Devorador de los recuerdos, de la memoria, de la identidad.
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