Deterioro progresivo, dolencias, sufrimiento, dolor. ¡Le
tenía pánico al dolor! Y a la muerte. Pero ese era su futuro, no muy lejano. Y
sus ojos volvieron a detenerse en un dato que había leído una y otra vez, en
uno y otro de los libros que había consultado los últimos cinco años:
«La muerte por suicidio se ha reportado que es 7,5 veces
más frecuente entre pacientes con EM que aquellos en edades semejantes de la
población general».
Cerró ese libro y abrió otro, de Medicina Legal, y buscó
el capítulo referente al suicidio:
«El suicidio es la muerte producida por uno mismo con la
intención precisa de poner fin a la propia vida. El concepto es claro, aunque
requiere algunas precisiones. La más importante se refiere a la intencionalidad
del acto. En este sentido en ocasiones puede ser difícil el diagnóstico
diferencial entre un suicidio, un accidente o un homicidio.
Valorando en primer lugar el concepto de muerte se trata
de una muerte no natural que requiere siempre investigación judicial. En este
sentido el suicidio es un tema clásico de la Medicina legal. Pero no
debe olvidarse que es un tema muy complejo, en el que existen múltiples
enfoques, lo que hace que haya dejado de ser un tema mayoritariamente
médico-legal, para ser compartido por múltiples estudios.»
Podéis recibir el libro directamente en casa: PINCHA.
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