El rostro femenino no podía demostrar más sorpresa, y su reacción fue sonreír y bajar los ojos.
—¿Cómo puedes amarme si no me conoces?
—No me hagas una pregunta que sabes no puedo contestarte.
—¡Pero para mí eres un desconocido!
—Eso tiene fácil arreglo. Me llamo Isco Vivas, tengo veinticinco años, vivo en La Alcayna, Molina de Segura, Murcia y soy Policía Nacional.
Durante un largo periodo de tiempo le habló de sus estudios y de la formación que había adquirido y la decisión que le llevó a convertirse en miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.
―Me gusta leer para evadirme, cosas sencillas que no me compliquen la vida, que me hagan esquivar los problemas en los que estoy sumergido todo el día, pues mi profesión es de esas de la cual nunca desconectas del todo. Me gusta leer a Robert E. Howard y sus diferentes personajes, pero sobre todo Conan el Bárbaro, a quien sigo en novelas y en cómics. Respecto a la música, Elvis Presley, sobre todo. Y King Crimson y su forma de expresar la música clásica en el siglo XX. No suelo fumar, bueno... No suelo comprar tabaco, pero la Comisaría despierta en mí unas ganas tremendas de fumar, y no sé el motivo, solo que cuando me estoy acercando a ella, empiezo a sentir ganas de llevarme un cigarro a la boca. Soy un poco pirata, estoy saliendo con Marta, pero tengo relaciones con otra chica. Hay quien me acusa de que miento más que hablo, pero no estoy de acuerdo con ello. Siempre he considerado que en el amor y en la guerra todo está permitido, aunque el carácter de tu amiga Marta sea muy duro, y estoy convencido de que me lo hará pagar cuando se entere de esto. Y estoy decidido a no mentir nunca más. Sólo contigo quiero decir en cada momento lo que siento, lo que vivo, lo que sea cierto, ni una mentira, aunque fuera piadosa... ―no debía adentrarse más por aquel camino―. Escribo, poco, pero escribo, hago mis pinitos...
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