viernes, junio 06, 2008

Acantilados de papel 181: A un mismo tiempo, cuerpo y alma


FICHA:
A UN MISMO TIEMPO, CUERPO Y ALMA
de Antonio Hernández Lozano
Edita: Ayuntamiento de Las Torres de Cotillas
Murcia, octubre de 2007.
Género: Poesía
ISBN: 978-84-96299-94-8
102 páginas.


COMENTARIO.

Estamos ante el sexto volumen de la colección A orillas del Segura, que edita el Ayuntamiento de Las Torres de Cotillas, colección coordinada por Salvador Sandoval, cuyos cinco anteriores títulos ya han sido comentados desde lo alto de estos Acantilados.

Tal vez el autor que nos ocupa esta semana sea diferente a los anteriores, o tal vez no. Salvador Sandoval dice de él que Antonio, como todo ser humano, ha nacido para el amor, para amar y ser amado. Y en el presente volumen hay suficientes muestras de esa pasión por la que ha viajado a lo largo de su vida.

He tenido la oportunidad de compartir, a lo largo de los últimos años, muchos de los actos y tertulias de los miembros de la Asociación Literaria Las Torres, y por ello no me extraña esas palabras que el propio autor nos desvela en su nota: “el ansia irrefrenable de trasladar los impulsos del sentimiento a artesanas palabras que reflejen el fuego, el hielo, la fría noche y la exaltación de la vida”. Por que, acompañado por tantos poetas, abierta su alma e inteligencia a compartir alegrías a través de las ondas radiofónicas, y la de Internet, que también, es lógico que sienta la llamada del poeta. Y cautivo de él, enfermo, se justifican los deseos del prologuista, que invita a Antonio Hernández Lozano a que “vuelva a sus arcenes del amanecer, a sus caminos de pulidos chopos, a sus huertos de mayo y abril de flores mil, a su oculto sendero perdido entre montes y vaguadas, y nos traiga de nuevo sus versos de amor y, así, nos cuente un nuevo capítulo de la historia de su corazón...”

Cuarenta y cuatro poemas para presentarse a un mundo donde los vientos son suaves, pero las tempestades, temibles.

Las fotografías de la portada y del interior son del propio autor.

EL AUTOR.

Antonio Hernández Lozano es poeta de vocación, torreño inquieto y trotamundos, viajero empedernido, conocedor de muchas tierras, mares, gentes y caminos. El maestro de poetas, Salvador Sandoval, dice de él que si todos los caminos llevan a Roma, todos sus viajes, las autopistas, los trenes, los aviones, los barcos, sus caminos sin fin, le han llevado a un mismo puerto: el amor. Y, con él, a la poesía.

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