Cuatro cantaores, dos guitarristas y dos bailaoras calentaban motores en la trastienda del escenario compartiendo un ambiente olímpico de camaradería, muchos ya se conocen de años anteriores y de otros concursos y saben que la lucha y la entrega comienza al pisar las tablas del escenario.
En torno a los camerinos las gargantas emiten los primeros ayes, los dedos corren por los mástiles de las guitarras y las bailaoras taconean tratando de sacar los nervios del cuerpo.
Precisamente a la bailaora Soraya Clavijo, que venía de Jerez, le tocó romper el hielo, al ser la primera concursante en subir al escenario, cuando aún el público estaba frío, bailando por tarantos.
A continuación le llegó el turno al cante y a otro jerezano, Alberto Sánchez, "Alberto de Jerez", que interpretó taranta y soleá, hasta que le llegó la vez a la guitarra de Juan Marín "El Juni", de Córdoba, que tocó por tarantas y zapateado.
Ante un público siempre muy respetuoso subió al escenario José Luis Villena "Niño de Aurora", de Castellón, que cantó por mineras, cartageneras y fandangos de Lucena. Hasta que de nuevo Soraya Clavijo hizo su segundo baile por bamberas.
Y ya en el ecuador de la jornada le siguieron la cantaora de Badajoz, Esther Merino interpretando la siguiriya y la soleá; para continuar con el cantaor cordobés Juan A. Camino Wescelá, que hizo la minera, la cartagenera y la soleá, hasta llegar de nuevo al baile, que lo puso la madrileña Concha Jareño ejecutando unas alegrías.
Ahora el turno le tocaba a un cantaor de la tierra, Salvador Salas, de Portmán realizando la cartagenera, la taranta, la levantica y unos fandangos mineros.
Y ocasión de nuevo para la guitarra, esta vez para David Caro, de Almería, que tocó taranta y fantasía por bulerías.
Y cerró la primera velada olímpica el baile de Concha Jareño por tarantos. Los nervios ya pasaron y ahora a esperar hasta la mañana del sábado en la que sabrán si son elegidos o no para la final.
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