Esta mañana, la revista digital Ágora papeles de arte gramático, publica un artículo, firmado por Juan de Dios García, que deseo traer aquí para que lo conozcáis:
La desconfianza entre la población lectora sobre la calidad de la literatura publicada en internet está en alza. Quizá tengamos que echar la culpa de ello a la imposibilidad de, si no controlar, al menos establecer un filtro de calidad en las innumerables reproducciones de textos con intención literaria que navegan por el océano infinito de la Red. Soy consciente de que ese intento de filtro cualitativo va absolutamente en contra de los principios sobre los que se sostiene el lema internauta de la libertad ilimitada. Es precisamente esa lucha contra el "todo vale", esas ganas tan humanas de diferenciarse en el nuevo ring de internet, lo que me anima a teclear con impulso estas palabras.
Mi cometido, pues, en éste y en artículos venideros, será reseñar una sección de portales, revistas, páginas web, plataformas, bitácoras, foros, librerías, clubes, fancines, colectivos, sitios y demás soportes electrónicos literarios que hayan tomado como un mandamiento la parte positiva de este milagro llamado informática ―comunicación inmediata, masiva, gratuita y capacidad de difusión planetaria―, desechando el falso libertinaje de plasmar cualquier ventosidad lírica esperando el aplauso de los usuarios del mundo entero. La facilidad para publicar en internet ha banalizado internet. Pero no todo es paja en esta granja gigante de píxeles. Nuestra misión, como digo, será encontrar grano de la mejor calidad posible.
Así, de un lodazal de mediocricidad exhibicionista en que se está convirtiendo el planeta blog, emerge con rigor y disciplina, y bastante buena ortografía, la bitácora española Las afinidades electivas, que ya tiene sus homólogos en Perú, Argentina, Brasil, Italia, México, Chile, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Costa Rica.
El título de esta bitácora, dirigida por Agustín Calvo Galán, está tomado directamente de la obra homónima gestada por Goethe, que recogió el término afinidades del campo de la química y las ciencias naturales, y el de electivas de la filosofía racionalista. La unión de ambas palabras tiene un objetivo: someter las pasiones naturales a las leyes de la razón. De este modo, el mensaje cultural de Agustín Calvo Galán ―vía Goethe― es ordenar alfabéticamente y de manera interactiva los nombres de poetas nacidos o residentes en España para conocimiento y disfrute del usuario que lo requiera.
Entrando en Las afinidades electivas, si miramos a la derecha de la pantalla, hallamos el listado de una ingente cantidad de autores vivos que pueblan y quieren poblar el panorama poético español. Recordemos que registrarse como autor en esta bitácora es un acto totalmente voluntario. Ticando en cualquiera de los nombresde este listado, veremos una fotografía del autor/-a, una breve bibliografía, a veces una poética, y por último dos o tres poemas (inéditos o no) como muestra de lo que el lector puede encontrar en el resto de su obra. Allí mismo, incluso, el lector puede dejar escrita su opinión acerca del autor que se expone.
Este juego de comunicación democrática, cómo no, tiene sus enveses. Por un lado, al no existir vara de medición cualitativa, el filtro impuesto por Agustín Calvo Galán es nulo, indulgente, demasiado permisivo. El amiguismo positivo se exhibe sin pudor alguno. Por otro lado, al pie de foto de cada poeta se leen dos tipos de afinidades. Una reza "Mencionado por" y otra "Menciona a". Esta última situación implica delicadeza en la decisión de mencionar. El poeta que "mencione" a otros poetas parece estar descartando a unos terceros, dando lugar a malas interpretaciones afectivo-literarias. Un poeta no mencionado entre los afines, en un momento dado de orgullo infantil ―tan extendido entre el gremio de la lírica― podría darse por ofendido e iniciar un proceso de rencor creciente y silencioso hacia sus compañeros. Es el precio sentimental a pagar por lucir verso en este escaparate de gestión tan generosa como eficiente.
Al día de hoy, el poeta con más menciones en esta bitácora hispánica es David González. Mantenerse en el primer puesto de este podium cibernético es tan plausible como sospechoso. ¿Es David González el poeta más célebre de España, el más querido, el mejor considerado entre los que tienen capacidad de "mencionar"? Con demasiada frecuencia, en Las afinidades electivas la amistad prima sobre el gusto, el sentimiento vence al pensamiento y la pasión, lejos de disciplinarse, tumba en el suelo al criterio.
Cuando Walter Benjamin estudió a fondo la novela de Goethe que da nombre a este proyecto virtual, argumentó que "considerada desde la fatalidad, toda elección es ciega y conduce a la desgracia". Por una vez, al menos, quitémosle la razón a Benjamin y deseémosle a esta bitácora urbanutópica el mejor de los destinos digitales. Agustín Calvo Galán está arriesgando por darle voz y dignificar al eterno género marginado en todas las literaturas. Esta es su apuesta, y yo, pese a algunos defectos en su infraestructura, la aplaudo.
Mi cometido, pues, en éste y en artículos venideros, será reseñar una sección de portales, revistas, páginas web, plataformas, bitácoras, foros, librerías, clubes, fancines, colectivos, sitios y demás soportes electrónicos literarios que hayan tomado como un mandamiento la parte positiva de este milagro llamado informática ―comunicación inmediata, masiva, gratuita y capacidad de difusión planetaria―, desechando el falso libertinaje de plasmar cualquier ventosidad lírica esperando el aplauso de los usuarios del mundo entero. La facilidad para publicar en internet ha banalizado internet. Pero no todo es paja en esta granja gigante de píxeles. Nuestra misión, como digo, será encontrar grano de la mejor calidad posible.
Así, de un lodazal de mediocricidad exhibicionista en que se está convirtiendo el planeta blog, emerge con rigor y disciplina, y bastante buena ortografía, la bitácora española Las afinidades electivas, que ya tiene sus homólogos en Perú, Argentina, Brasil, Italia, México, Chile, Ecuador, Uruguay, Bolivia y Costa Rica.
El título de esta bitácora, dirigida por Agustín Calvo Galán, está tomado directamente de la obra homónima gestada por Goethe, que recogió el término afinidades del campo de la química y las ciencias naturales, y el de electivas de la filosofía racionalista. La unión de ambas palabras tiene un objetivo: someter las pasiones naturales a las leyes de la razón. De este modo, el mensaje cultural de Agustín Calvo Galán ―vía Goethe― es ordenar alfabéticamente y de manera interactiva los nombres de poetas nacidos o residentes en España para conocimiento y disfrute del usuario que lo requiera.
Entrando en Las afinidades electivas, si miramos a la derecha de la pantalla, hallamos el listado de una ingente cantidad de autores vivos que pueblan y quieren poblar el panorama poético español. Recordemos que registrarse como autor en esta bitácora es un acto totalmente voluntario. Ticando en cualquiera de los nombresde este listado, veremos una fotografía del autor/-a, una breve bibliografía, a veces una poética, y por último dos o tres poemas (inéditos o no) como muestra de lo que el lector puede encontrar en el resto de su obra. Allí mismo, incluso, el lector puede dejar escrita su opinión acerca del autor que se expone.
Este juego de comunicación democrática, cómo no, tiene sus enveses. Por un lado, al no existir vara de medición cualitativa, el filtro impuesto por Agustín Calvo Galán es nulo, indulgente, demasiado permisivo. El amiguismo positivo se exhibe sin pudor alguno. Por otro lado, al pie de foto de cada poeta se leen dos tipos de afinidades. Una reza "Mencionado por" y otra "Menciona a". Esta última situación implica delicadeza en la decisión de mencionar. El poeta que "mencione" a otros poetas parece estar descartando a unos terceros, dando lugar a malas interpretaciones afectivo-literarias. Un poeta no mencionado entre los afines, en un momento dado de orgullo infantil ―tan extendido entre el gremio de la lírica― podría darse por ofendido e iniciar un proceso de rencor creciente y silencioso hacia sus compañeros. Es el precio sentimental a pagar por lucir verso en este escaparate de gestión tan generosa como eficiente.
Al día de hoy, el poeta con más menciones en esta bitácora hispánica es David González. Mantenerse en el primer puesto de este podium cibernético es tan plausible como sospechoso. ¿Es David González el poeta más célebre de España, el más querido, el mejor considerado entre los que tienen capacidad de "mencionar"? Con demasiada frecuencia, en Las afinidades electivas la amistad prima sobre el gusto, el sentimiento vence al pensamiento y la pasión, lejos de disciplinarse, tumba en el suelo al criterio.
Cuando Walter Benjamin estudió a fondo la novela de Goethe que da nombre a este proyecto virtual, argumentó que "considerada desde la fatalidad, toda elección es ciega y conduce a la desgracia". Por una vez, al menos, quitémosle la razón a Benjamin y deseémosle a esta bitácora urbanutópica el mejor de los destinos digitales. Agustín Calvo Galán está arriesgando por darle voz y dignificar al eterno género marginado en todas las literaturas. Esta es su apuesta, y yo, pese a algunos defectos en su infraestructura, la aplaudo.
2 comentarios:
Hola javi, un artículo muy interesante, la verdad sea dicha, "las afinidades electivas", me ha parecido, como diría, una idea/globalizante fantástica, espero que esa lista siga y siga.
Un abrazo.
Seguro que lo irá haciendo, Carlos. Todas las semanas o quincenas crece un poco más.
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