Sin ningún tipo de exageración, el acto de presentación de El tiempo no tiene corazón (y disculpas las inesperadas rimas) fue todo un lujo. Ángel Almela condujo el evento con una maestría de relojero, del capitán de un superpetrolero, que con un simple gesto supo llevar la proa de su nave a buen puerto.
Mis felicitaciones por tan bellos momentos que nos hicisteis pasar.
Mis felicitaciones por tan bellos momentos que nos hicisteis pasar.
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