No sé cómo pude ver esta película, aún hoy sé que la vi entre las rendijas que me permitía a mí mismo con las manos sobre la cara, pues hay momentos en que el suspense es agobiante, y más lo era para un niño. Sé que ese insoportable suspense me ha acompañado durante entonces como algo que no ha sido capaz de superar ninguna otra película, claro que, os confesaré, que no me he atrevido a ponerme delante de otras que tuviesen esa misma aureola.
El director fue Christian Nyby, y estuvo supervisada por Howard Hawks, en 1951.
En esencia: un visitante de otro planeta es detectado en una base de radares situada en el ártico. A partir de ese momento entramos en una película de culto, a pesar de la nueva versión que se rodó en 1982, dirigida por John Carpenter.
Creo que esos dos detalles: la enigmática cosa que se alimenta de la sangre de los seres vivos, y un sitio cerrado, del cual no hay escapatoria, la convirtieron en una obra de arte del suspense.
En esencia: un visitante de otro planeta es detectado en una base de radares situada en el ártico. A partir de ese momento entramos en una película de culto, a pesar de la nueva versión que se rodó en 1982, dirigida por John Carpenter.
Creo que esos dos detalles: la enigmática cosa que se alimenta de la sangre de los seres vivos, y un sitio cerrado, del cual no hay escapatoria, la convirtieron en una obra de arte del suspense.
1 comentario:
La película está francamente bien, y es más que evidente el toque de Hawks a la hora de abordar la camaradería entre los hombres.
Con todo, me quedo con el remake que hizo John Carpenter titulado 'La cosa'. ¡Qué le vamos a hacer! Tengo debilidad por Carpenter.
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