Este es, posiblemente, el título más controvertido que se asomará a este pedestal de Stonehenge, por lo menos, de lo filmado y proyectado hasta el día de la fecha. Citar que la edición de junio de 2006 de la revista "Entertainment Weekly" así la nombró, seguida de otra cinta que me costó mucho verla: La naranja mecánica, de Stanley Kubrick.
La película de Mel Gibson recrea las violentas y agónicas doce últimas horas en la vida de Jesucristo, desde que es apresado en el Huerto de los Olivos. En este adjetivo de "violentas" no hay ninguna comnotación negativa, muy al contrario, es que creo que debió ser así. No creo que en aquellos años, cuando la vida humana no valía nada de nada, se tuviese algún miramiento con un condenado a muerte. Los torturadores, con el paso de los siglos, han perfeccionado las técnicas de hacer daño y de mantener en vida a la víctima, pero siempre se han ensañado con ella.
Y Jesús de Nazaret tuvo que sufrir lo que nos muestra la cinta de Gibson, o más aún. Así lo creyó Juan Pablo II cuando le fue proyectada la película.
Otro acierto del director es que los personajes hablen en el idioma que entonces se hablaba: arameo y latín. Todo un acierto.
Una película que no deja a nadie indiferente.
La película de Mel Gibson recrea las violentas y agónicas doce últimas horas en la vida de Jesucristo, desde que es apresado en el Huerto de los Olivos. En este adjetivo de "violentas" no hay ninguna comnotación negativa, muy al contrario, es que creo que debió ser así. No creo que en aquellos años, cuando la vida humana no valía nada de nada, se tuviese algún miramiento con un condenado a muerte. Los torturadores, con el paso de los siglos, han perfeccionado las técnicas de hacer daño y de mantener en vida a la víctima, pero siempre se han ensañado con ella.
Y Jesús de Nazaret tuvo que sufrir lo que nos muestra la cinta de Gibson, o más aún. Así lo creyó Juan Pablo II cuando le fue proyectada la película.
Otro acierto del director es que los personajes hablen en el idioma que entonces se hablaba: arameo y latín. Todo un acierto.
Una película que no deja a nadie indiferente.
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