1) Encontrar una manera coste-efectiva para convertir sus libros (fondo y novedades) a formatos electrónicos. Esto introduce a los editores en el juego. Externalizar si es necesario.
2) Apoyar el formato ePub. A la larga, cuanto más éxito tenga este formato, menos trabajo tendrán que hacer los editores.
3) Empezar a negociar o renegociar contratos con autores y agentes para suprimir el DRM.
4) Exigir que los vendedores pongan un precio adecuado a los e-books.
5) Pedir a los partners (en especial distribuidores y vendedores) más información y mejores informes, y encargarse de que alguien de la empresa haga algo con esa información.
6) Estar dispuestos a experimentar. Probar cosas distintas con distintos vendedores. Ver qué funciona y qué no.
7) Disponer un presupuesto para la comercialización de los ebooks. Una de las cosas que más me han sorprendido últimamente es descubrir que editores que tienen un presupuesto para marketing de escaparate en las tiendas físicas no tienen un presupuesto similar (aunque sea mucho más pequeño) para la promoción de sus iniciativas en ebooks.
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