miércoles, agosto 12, 2009

Actualización del 9 de agosto del Sitio de Ciencia Ficción

Actualización del 9 de agosto del Sitio de Ciencia-Ficción


Firmas - Omar Vega - En globo a la Luna
http://www.ciencia-ficcion.com/varios/firmas/f20090809.htm

Todo el mundo sabe que en 1783 los hermanos Montgolfier realizaron el primer vuelo en globo de la historia, mas pocos están enterados de que el primer viaje a la Luna también fue en globo, y que se hizo desde Rótterdam a principios del siglo XIX... al menos eso nos quiso hacer creer Edgar Allan Poe en su cuento LA INCOMPARABLE AVENTURA DE UN TAL HANS PFAALL (1835) que es una típica tomadura de pelo del genio hacia sus lectores.
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Opinion.Leido - LES HOMMES MACHINES CONTRE GANDAHAR - Jean-Pierre
Andrevon
http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op01410.htm

No soy ningún experto en el tema y la siguiente aseveración es producto de mi búsqueda placentera de novelas de ciencia-ficción francesa: la ficción científica en aquel país europeo ha dado grandes obras maestras, aunque a un ritmo muy irregular.
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Opinion.Leido - ANTOLOGÍA DE NOVELAS DE ANTICIPACIÓN V - Varios
http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op01411.htm

Esta quinta selección también presenta un buen nivel. De todos los relatos que componen el volumen, yo me quedaría sobre todo con el de Philip K. Dick, los cuatro relatos que presenta Poul Anderson, aunque no son de lo más notable de su producción, ENFRIAMIENTO RÁPIDO de Robert Silverberg y los relatos humorísticos de Fredric Brown.
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Opinion.Pensado - ESPECIAL WORLDCON 2009, PRIMER DÍA - Miguel
Esquirol Ríos
http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op01412.htm

Una camiseta de Serenity fue la primera imagen con que nos recibió en el Worldcon cuando pasamos por allí por la tarde para recoger nuestro pase de prensa y empezar a investigar que nos depararía el lugar. Organizado en el elegante Palais des Congrès a un paso de Chinatown y del antiguo centro urbano de Montreal.
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Opinion.Pensado - ESPECIAL WORLDCON 2009, SEGUNDO DÍA - Miguel
Esquirol Ríos
http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op01413.htm

Podemos ver cómo el mercado del género en Estados Unidos es hambriento y devora autores con mucha facilidad, libros que se venden y que rápidamente desaparecen del mercado. Las series, secuelas, libros escritos en varios volúmenes, son una de las formas de alimentar a la voracidad de este público y los autores que quieren seguir arriba tienen que permanecer a este ritmo.
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MalaCiencia - Impact: (IV) Electromagnetismo
http://www.ciencia-ficcion.com/varios/malaciencia/mc167.htm

Los monopolos magnéticos no existen. De hecho, una de las Ecuaciones de Maxwell lo impide expresamente. Al igual que ocurría con la interacción entre gravedad y magnetismo, existen teorías que predicen su existencia (también relacionadas con la unificación de interacciones). Pero lo cierto es que a día de hoy, no se ha encontrado ninguno.
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A. T. Q. - La Memoria Estelar - 10, Mi viaje por Ultramar - Ángel
Torres Quesada

http://www.ciencia-ficcion.com/autores/atq/lamemoria/me010-viajeultramar.htm

No puse una vela a Dios y otra al diablo cuando volví a casa, después de haber despachado en Correos el paquete con el original LAS ISLAS DEL INFIERNO, aunque por el título de la novela tal vez debí acordarme más del ángel caído que de su adversario. Pero como ya llevaba años no haciendo caso ni a uno ni a otro, me ahorré el cirio.
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A. T. Q. - La Memoria Estelar - 11, Extraños en el Paraíso - Ángel
Torres Quesada

http://www.ciencia-ficcion.com/autores/atq/lamemoria/me011-extranosparaiso.htm

Quien haya leído la trilogía de las Islas sabe de qué forma tan magistral, ejem, comienzo la segunda parte, en esa playa tan maravillosa que es Punta Paloma, paraíso de la gente que le da a la tabla y a la vela, con la desaparición de la famosa duna que es reemplazada por un pedazo de Elejah en el que cabalgan los vrowes, unos alienígenas despelotados que me inventé para dar más morbo al asunto.
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A. T. Q. - La Memoria Estelar - 12,. ..y llegaron las guerras - Ángel
Torres Quesada

http://www.ciencia-ficcion.com/autores/atq/lamemoria/me012-llegaronguerras.htm

En LAS ISLAS DEL PARAÍSO dejé a Luis Castro, consolado por Griffin, prometiéndole éste que un día, el menos pensado, volvería a encontrarse con su hermana, la pobre chica perdida en las procelosas tierras de Elejah. El tío sabía algo, pero no le dio la gana revelárselo al pobre poli, porque algún motivo tendría, pensaría el lector avispado.
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A. T. Q. - La Memoria Estelar - 13, Sobre WYHARGA - Ángel Torres
Quesada

http://www.ciencia-ficcion.com/autores/atq/lamemoria/me013-sobrewyharga.htm

Permítanme que comente una anécdota, si por tal se puede calificar. Cuando vi la película STARGATE me dio un respingo contemplar a los soldados egipcios con máscara de Anubis desarrollar de la nada, o de su casco o de su hombrera, una especie de armadura. Joder, pensé, pero si esto es lo que hacían los whyargas.
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A. T. Q. - La Memoria Estelar - 14,. ..Y AL TERCER AÑO, RESUCITÓ -
Ángel Torres Quesada

http://www.ciencia-ficcion.com/autores/atq/lamemoria/me014-terceraaa.htm

La glaucoma progresiva que se desarrolla de ciertos ámbitos, y que acecha desde las sombras a las contadas opiniones lúcidas de los gurus de esto que algunos frikis llaman CiFi, o género en el que se entra por vocación para salir de él lo antes posible si uno pretende conservar inmaculado su prestigio de persona culta.
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A. T. Q. - La Memoria Estelar - 15, Aquellos locos tiempos de Parsec
- Ángel Torres Quesada

http://www.ciencia-ficcion.com/autores/atq/lamemoria/me015-tiemposparsec.htm

Durante muchos años había creído que en esto de la ciencia-ficción yo estaba más solo que la una en Cádiz, vamos que ningún paisano mío tenía el menor interés por esas novelas que hasta hacía poco no sabían como llamarla, ni en qué género encuadrarlas.
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A. T. Q. - La Memoria Estelar - 16, Nebulae - Ángel Torres Quesada

http://www.ciencia-ficcion.com/autores/atq/lamemoria/me016-nebulae.htm

No tardé en averiguar que la novela, TITÁN INVADE LA TIERRA, de un tal Robert A. Heinlein, estaba escrita por un extranjero, que tras el nombre del autor no había un español obligado a emplear un seudónimo. El librero me dejó que la hojeara y yo lo hice consciente de que no podría comprarla, porque su precio era nada menos que 25 pesetas, cinco duros, cien reales, más de la mitad de lo que un jornalero, por aquellas fechas, llevaba a su casa después de todo un día de cargar sacos a la espalda, levantar tabiques o desatascar un husillo.

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