Lana, seda, color e hilos de plata. Un esplendor que, casi 500 años después, resurge de la comparación entre las pinturas de Raffaello y el arte de los tapices.
Es posible admirarlo desde el pasado 8 de septiembre al 17 de octubre próximos en la exposición Raffaello: dibujos y tapices desde la Capilla Sixtina, llevada a cabo en el Museo Victoria y Albert de Londres y organizada en colaboración con los Museos Vaticanos.
Algunos de estos tapices fueron realizados en el taller flamenco de Pieter van Aelst en Bruselas y se exponen en Londres juntamente con dibujos que servían como estudio preparatorio, esbozados por la mano de Rafael. Los cuatro tapices, además de las cenefas expuestas, pertenecen a las dos series de las "Historias de san Pedro y san Pablo", conservadas en la Pinacoteca de los Museos Vaticanos. Fueron realizads en Flandes por encargo del Papa León X, que deseaba poner junto a los frescos de Miguel Ángel, y a las escenas del Antiguo Testamento y de la vida de Jesucristo realizadas por autores del siglo XV, también imágenes inspiradas en los Hechos de los Apóstoles, con el fin de embellecer la Capilla Sixtina con ocasión de ceremonias solemnes.
Es posible admirarlo desde el pasado 8 de septiembre al 17 de octubre próximos en la exposición Raffaello: dibujos y tapices desde la Capilla Sixtina, llevada a cabo en el Museo Victoria y Albert de Londres y organizada en colaboración con los Museos Vaticanos.
Algunos de estos tapices fueron realizados en el taller flamenco de Pieter van Aelst en Bruselas y se exponen en Londres juntamente con dibujos que servían como estudio preparatorio, esbozados por la mano de Rafael. Los cuatro tapices, además de las cenefas expuestas, pertenecen a las dos series de las "Historias de san Pedro y san Pablo", conservadas en la Pinacoteca de los Museos Vaticanos. Fueron realizads en Flandes por encargo del Papa León X, que deseaba poner junto a los frescos de Miguel Ángel, y a las escenas del Antiguo Testamento y de la vida de Jesucristo realizadas por autores del siglo XV, también imágenes inspiradas en los Hechos de los Apóstoles, con el fin de embellecer la Capilla Sixtina con ocasión de ceremonias solemnes.
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