La exposición, con el título “Tauromaquias” presenta una veintena de obras sobre papel y sobre madera que interpretan, en un vibrante contraste de blancos y rojos, el arte de la tauromaquia.
Un torero y un toro bailan a lo ancho del cuadro. Estos personajes parecen a mitad de camino entre el júbilo y la angustia, las modulaciones de rojo y blanco producen imágenes a la vez brutales y bellas. Sus vibrantes colores parecen explorar la libre expresión del inconsciente. Las expresivas pinceladas mantienen un forcejeo íntimo entre la figuración y el gesto expresionista, mostrando que la energía y la espontaneidad son en este artista más importantes que la racionalidad. Pareciera que un tornado espiritual hubiera dejado a su paso estas imágenes.
Torregar recibió una rigurosa e intensa formación académica e intelectual en España e Italia que le ha servido para producir a menudo grandes obras monumentales que tienen el poder de cuestionar los valores de nuestra sociedad. Las obras de esta colección, “Tauromaquias”, evidencian que Torregar se deleita con el color y la textura y utiliza la dualidad del torero y el toro recordándonos elocuentemente la profunda brecha que nos separa a unos y a otros. Las figuras que, en efecto, bailan en estos cuadros no son en el fondo individuos con una personalidad y una historia personal única, sino la metáfora del hombre común y anónimo, sus gestos estoicos y tensos representan la lucha épica y la supervivencia del individuo. El torero, como metáfora del ser humano, parece en los cuadros de Torregar un dios majestuoso y exótico que emana una calma hipnótica, un dios que reflexiona sobre el arte y sobre nuestra sociedad.
Hasta el próximo 30 de septiembre. Fuente, Murcia Digital.
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