domingo, diciembre 14, 2008

El pedestal de Stonehenge 15: Amélie


Amélie, o como su título completo decía, El fabuloso destino de Amélie Poulain (Le fabuleux destin d'Amélie Poulain), es de esas películas que te cambian la vida, y justo es reconocerlo que esas palabras también aparecían en los créditos: Elle va te changer la vie...

Desde la primera vez que la vi, supe que aquella no era una película cualquiera, sino que pasaría a formar parte de las que siempre me acompañarían. ¡Y no he desperdiciado oportunidad en que se proyectaba para volverla a ver! Suzanne, Georgette, Gina, Hipólito (a quien todos los poetas debemos respetar, por los recuerdos que nos trae de nosotros mismos), Joseph, Philomène (maravillosa escena cuando confiesa a Amélie que la llaman Blancanieves), Nino, Raymond, Lucien (¡me encanta la escena con Raymond mientras depotrica de su jefe!, ¡¡Collignon cebollón!!) y el Sr. Collignon (creo que a nadie se le olvidarán las trampas que Amélie le prepara una madrugada). Más personajes, AQUÍ.

¿No os emocionó cuando Dominique Bretodeau encuentra la caja en la cabina telefónica?

Y, por supuesto, Raphaël, el padre de Amélie y su gnomo de jardín.

Una película que nos muestra rincones bellísimos de París, acompañados de la música de Yann Tiersen y una voz en off que nunca podremos olvidar.

En mi reciente viaje a París visité el Café des deux Moulains, en la rue Lepic, donde se rodaron muchas de las escenas de la película. Y os lo recomiento. También estuve en la iglesia de Sacre Coeur... pero esas otras visitas eran obligatorias.


Y, para terminar, esta frase: " Sin ti, las emociones de hoy no serían más que la piel muerta de las de ayer "

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