Esta es una de esas películas que el paso del tiempo da la razón al trabajo del director (Rob Reiner) y de los actores, y, por qué no decirlo, de la adaptación de una novela al guión cinematográfico, trabajo que llevó a cabo el propio autor de la novela, William Goldman. Es una fantasía, es comedia, es romántica, donde el nombre de Buttercup no podrá olvidársenos como la bella princesa a la que Wetsley, el mozo de caballerizas, prometió amor eterno y verdadero.
Westley se marcha a hacer fortuna, prometiendo volver, pero su barco es atacado por el temible e implacable pirata Roberts, quien jamás hace prisioneros, y cuya leyenda se extiende durante generaciones, secreto que descubriremos gracias a nuestro héroe. Dando por hecha su muerte, ella acepta casarse con el príncipe Humperdinck, heredero del trono de Florin... Y a partir de este momento se inicia un fantástico cuento de hadas, donde los malos no son tan malos (Wizzini, Íñigo Montoya y Fezzik), si exceptuamos a la maquiavélica mente de Humperdinck, deseoso de declarar la guerra a Guilder, y a su mano derecha, el conde Rugen.
Westley se marcha a hacer fortuna, prometiendo volver, pero su barco es atacado por el temible e implacable pirata Roberts, quien jamás hace prisioneros, y cuya leyenda se extiende durante generaciones, secreto que descubriremos gracias a nuestro héroe. Dando por hecha su muerte, ella acepta casarse con el príncipe Humperdinck, heredero del trono de Florin... Y a partir de este momento se inicia un fantástico cuento de hadas, donde los malos no son tan malos (Wizzini, Íñigo Montoya y Fezzik), si exceptuamos a la maquiavélica mente de Humperdinck, deseoso de declarar la guerra a Guilder, y a su mano derecha, el conde Rugen.
La escena de la caída del desconocido enmascarado por la empinada colina, gritando "¡Como desees!", los martirios del pozo de la desesperación al que es sometido Westley, salvado por dos de aquellos tres malos no tan malos, y la muerte no muerta de aquél, ya que había encontrado el amor verdadero, son momentos de un cuento de hadas que te regresa a la fantasía que siempre ha vivido en el subconsciente del ser humano.
Peter Falk, el inolvidable Colombo, tiene el papel del abuelo que lee el libro a su nieto enfermo, interpretado por Fred Savage, otro actor inolvidable por Aquellos maravillosos años. Robin Wright da vida a Buttercup y Cary Elwes a Westley, entre otros.
Mirad aquí para ver el antes y el después, una diferencia de veinte años.
2 comentarios:
Una de mis películas favoritas. Me encanta el personaje de ïñigo Montoya, el hijo del espadero toledano, noble y caballeresco. Magnífica la escena del duelo entre el protagonista y él, espadachines y acróbatas los dos, que guardan en la manga el as de la estocada con la zurda y co9n la diestra. Admirable el buen gigante de pequeña inteligencia pero enorme bondad y espontáneo rimador de pareados.
En suma, me ha agradado mucho que la recuerdes y recomiendes.
Y una pregunta:¿Cuándo presentas "El rey de las esfinges" en el FNAC? Me gustaría ir, dime la fecha a ver si puedo.
¿Te acuerdas de aquello "Soy Íñigo Montoya, tú mataste a mi padre, disponte a morir"?
Pues la presentación en la FNAC es el 19 de noviembre, a las 19,30 horas. Ojala puedas asistir.
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